lunes, 1 de junio de 2009

Falsificaciones de cuadros

Las obras de arte falsificadas existen desde el mismo momento en que surge el arte. Ya en la antigua Roma, podían adquirirse cuencos de plata egipcios, fabricados por falsificadores fenicios. Lo mismo ocurrió con obras de arte de algunos maestros del Renacimiento italiano, pero mientras éstos vivían. Incluso los propios maestros encargaban a sus alumnos, la confección de cuadros que luego firmaban.
Si bien, la prensa da mucho destaque a la noticias de cuadros falsificados, es muy raro encontrar falsificaciones convincentes. Por lo general, las copias son detectadas por los expertos, pero los compradores caen en las redes de los falsificadores, por no consultarlos.

Una falsificación es una obra de arte ejecutada con la intención de engañar, hacerla pasar por obra de otro autor. Una copia no necesariamente es una falsificación, lo que importa es la intencionalidad.
La “Cena de Emmaus” de Hans Van Meegeren, imitando el estilo de Vermeer, es la más lograda falsificación del principal falsificador de nuestro tiempo.
Las falsificaciones de Hans Van Meegeren:
El éxito de Meegeren se debió al momento histórico en el cual realizó sus cuadros. Pintó antes y durante la Segunda Guerra Mundial, lo cual impidió el adecuado análisis de sus obras.
En 1928 se anunció el hallazgo de un cuadro desconocido del pintor holandés Jan Vermeer (1632-1675), que era apreciado por la pureza de su trazado. La obra había sido encontrada en Italia y adquirida por un museo holandés. El cuadro fue aclamado por la crítica, sin que nadie sospechara que se trataba de una falsificación del pintor Hans Van Meegeren.
Meegeren nació en Deventar, Holanda en 1889. Desde muy pequeño mostró sus dotes para la pintura, por lo cual su padre decidió que sería arquitecto. Por su cuenta, el joven buscó un maestro de pintura, Bartus Korteling. Concluyó sus estudios de arquitectura, pero al mismo tiempo obtuvo un primer premio en pintura, lo que cambió su vida.
En 1945, luego de que el ejército norteamericano descubriera en unas cámaras subterráneas, la colección e obras de arte de H.W.Göring, producto del saqueo del tercer Reich. La colección abarcaba 1.200 obras de diversa procedencia, entre las cuales figuraba “Cristo y la adúltera” de Jan Vermeer. Hallaron también, documentos probatorios de la existencia de una falsificación adquirida en 1943, por un agente de la GESTAPO. En pocos días, el cuadro fue trasladado a Holanda de regreso, ya que Vermeer es considerado como una gloria nacional. Pudieron así rastrear a Van Meegeren en Ámsterdam.

Sometido a interrogatorio, afirmó que había comprado el cuadro a un coleccionista italiano y que lo había vendido a Alemania. Debido a esta declaración, fue detenido, y cuatro meses de detención lograron que confesara su fraude.
Entre 1937 y 1943, Meegeren pintó seis falsificaciones adjudicadas a Vermeer, las cuales fueron confirmadas por la crítica que practicó el peritaje. Ante tal situación, se acordó que pintara un cuadro en estilo Vermeer frente a la vigilancia. El cuadro se tituló la Cena de Emmaus, y le valió la condena por falsificación, la cual era de apenas un año, debido a su mala salud. Finalmente muere en diciembre de 1947, a los 58 años de edad.

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